En esta narrativa, nuestra personaje es la señora del servicio. 

 

Ella llega todas las mañanas a la casa de los Martínez a las 7 de la mañana. Su estado de ánimo siempre suele ser alegre porque gracias a Dios, tiene empleo. 

 

Al llegar encuentra un acumulado de loza y eso realmente la frustra, porque la noche anterior dejo todo impecable. Se pone manos a la obra y lava la loza lo más rápido que pueda, porque sabe que aun tiene mucho por hacer. 

 

Se dirige hacia los baños y deja el agua corriendo para que el baño se vaya limpiando. Mientras se dirige a lavar la ropa. Con la intención de que el tiempo le rinda deja la llave abierta. En esta actividad ella se encuentra feliz porque le queda poco oficio por hacer y además esta escuchando música. 

 

Al medio día se dirige al jardín a regar las plantas. Más tarde vuelve al baño y termina de hacer el aseo. Ya va a terminar la jornada, y el pago se aproxima; sin embargo el oficio de todo el día, realmente la dejo agotada.